LA VERDADERA RIQUEZA


Un hombre rico veraneaba en un pueblo de pescadores. Cada mañana, solía pasear por la playa, y siempre veía a un pescador descansando en su barca. Un día se le acercó y, tras los saludos de rigor, le dijo: “Buen hombre ¿no sale a pescar?, el pescador le contesto: “Bueno... sí.. salí esta mañana temprano, y me fue muy bien en la pesca”. El rico le volvió a preguntar: “Y... ¿no va a salir otra vez? “.El pescador le contesto: “¿Para qué?, Ya pesqué lo suficiente para hoy”. El rico volvió a replicarle: “Pero si usted pescara más, conseguiría más dinero, ¿no?”. El pescador le volvió a contestar: “¿Y para qué quiero más dinero, señor?”, a lo que el rico replico:” Bueno, con más dinero podría usted tener un barco más grande”, el pescador asombrado le dijo:” ¿Un barco más grande?”, el rico dijo:” Pues claro... Con un barco mayor usted conseguiría más pesca, y más pesca significa más dinero”. “¿Y para qué quiero yo tanto dinero? Dijo el pescador, replico el rico: “Pero... ¿no lo entiende usted? con más dinero podría comprar varios barcos, y entonces pescaría mucho más, y se podría hacer rico”. Asombrado el pescador repuso: “¿Yo? ¿Ser rico?”, a lo que el rico le dijo: ”Sí, claro... ¿acaso no desea ser rico? Podría usted comprarse una casa bonita, tener un coche, viajar, tener toda clase de comodidades”, el pescador le volvió a contestar:¿Y para qué quiero yo esas comodidades?”. El rico ya fastidiado le volvió a decir:”¡Dios mío!... ¿Cómo es posible que no lo entienda?... Si usted tuviera comodidades y riquezas, entonces podría usted retirarse a disfrutar y descansar”. Muy tranquilo el pescador le contesto: “Pero, Señor ¿no ve usted que eso es justo lo que estoy haciendo ahora?”.